De hecho, el experto en neurología, José Martínez, afirmó que "no sería irracional" que se produjeran entre 10 y 12 casos en España, pero subrayó que la gente debe estar tranquila "al cien por cien" porque el problema está "totalmente controlado".
El ministro también quiso tranquilizar a la población al asegurar que a día de hoy "no hay ningún problema", ni alimentario ni de salud pública.
En la misma idea insistieron tanto la Consejería de Agricultura como las organizaciones agrarias, que manifestaron que el consumo de carne está garantizado debido a la calidad de las inspecciones que se hacen en España. Eso sí, la organización Asaja exigió al Gobierno que se refuerce el control de las fronteras de la Unión Europea para garantizar la calidad de los productos que llegan de fuera.
Muertes casuales
El delegado de la Junta en León, Eduardo Fernández, recalcó que los dos fallecimientos son "circunstanciales" y afirmó que es "una coincidencia desgraciada" que ambos casos tuvieran lugar en la misma provincia.
Contraer la enfermedad es difícil
El director del Centro de Investigación de Encefalopatías Espongiformes, Juan José Badiola, explicó ayer que tomar carne infectada no implica necesariamente desarrollar la enfermedad. "Es importante la cantidad de carne ingerida y también la genética de cada persona", aclaró. También señaló que se calcula que el 75% de los europeos son resistentes a la enfermedad.
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